Indicaciones
Los neuromoduladores son un producto derivado de la bacteria Clostridium botulinum, responsable del botulismo.
Con el paso de los años, la contracción repetida de la musculatura facial es responsable del desarrollo de arrugas de expresión, que paulatinamente acaban generando pequeños surcos visibles incluso en reposo.
La infiltración de neuromoduladores provoca la relajación de la musculatura responsable de dichas arrugas, y por lo tanto una notable reducción de las mismas.
¿En qué consiste el tratamiento con neuromoduladores?
El tratamiento se consiste en la administración transcutánea de pequeñas infiltraciones en el interior de los músculos a tratar. Aunque no suele ser necesario, es posible realizarlo tras la aplicación de anestesia tópica para mayor confort.
Es un tratamiento beneficioso a partir de los 25-30 años, aunque la mayor demanda se produce a partir de los 35-40 años, momento en el cual las arrugas empiezan a tener mayor visibilidad.
Recomendaciones antes del tratamiento
Para un mejor resultado se recomienda realizar tras una limpieza profunda del rostro.
¿Cómo es la recuperación?
El tratamiento con neuromoduladores permite la reincorporación inmediata a la actividad habitual. Sin embargo, en ocasiones es posible la aparición de pequeños hematomas, fácilmente disimulables con maquillaje.
El inicio de acción del tratamiento se produce habitualmente a partir del 5º día, siendo su efecto completo transcurridos 10 días. La duración del tratamiento es de alrededor de 5 meses, aunque es importante resaltar que la duración es menor en pacientes hiperdinámicos.
En raras ocasiones se produce resistencia al tratamiento, en cuyo caso es recomendable explorar otras opciones.
